Ingredientes:
Una cucharadita bien colmada de pimentón dulce
3 tomates maduros pequeños
1 trozo de pan
1 cucharada de pimiento choricero (opcional)
1 litro de agua
Sal
Pimienta
Aceite
Elaboración:
Se pelan y cortan los dientes de ajo dándoles un golpecito
para que salga mejor la piel. Si se desea se puede quitar el centro del ajo
para que el sabor sea más suave. Se deben cortar en trozos no muy pequeños o
laminados para que no lleguen a dorarse.
Se echa un chorro de aceite a la cacerola y cuando esté
caliente se añaden los ajos cortados. Se baja el fuego a medio-bajo dándole
vueltas de vez en cuando durante 1 o 2 minutos (recordad que no tienen que
dorarse)
Mientras se hacen se van cortando en dos los tomates para
añadirlos rayados a la cacerola.
Una vez se hayan añadido los tomates se remueve durante 2 o
3 minutos sin parar y se le añade sal y pimienta (todo esto a fuego bajo)
Cuando se haya removido bien, se corta el trozo de pan en
cachos más pequeños y se añaden a la cacerola. Se remueve durante 1 o 2 minutos
de nuevo, se añade el pimentón y se mueve durante 2 o 3 minutos más sin parar y
a fuego bajo, ya que el pimentón se quema con facilidad.
Nota: Si empezáis a
oler a choricillo no os asustéis, es normal con la mezcla del ajo y el pimentón
;)
Cuando se haya removido bien se añade el litro de agua y se
sube el fuego. Cuando empiece a hervir se tapa, se baja a fuego bajo y se deja
cociendo unos 20 minutos. Antes de taparlo si se desea se le puede echar el
pimiento choricero.
Una vez pasen los 20 minutos se prueba de sal y se rectifica
si es necesario. Se echa en un platito hondo y a comer con cuchara con cuidado
de no quemarse.
¡A la rica sopa castellana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario